¿Cuáles son las oportunidades para desarrolladoras e inversionistas inmobiliarios en la “Nueva normalidad”?
A pesar del embate que supuso el COVID-19 para el sector inmobiliario en México, las operaciones inmobiliarias en Nuevo León se han fortalecido a partir del mes de julio de 2020. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), las zonas que han reportado una mayor demanda de espacios inmobiliarios en esta temporada son el centro de Monterrey, Cumbres y Carretera Nacional en el sur de la ciudad (Flores, 2021).
Uno de los factores esenciales para que se diera este repunte registrado de julio a diciembre de 2020 fue la reducción de las tasas de interés anual a 7.9% realizado por la banca comercial, lo cual incentivó la compra de propiedades inmobiliarias en Nuevo León, incluso mostrando liderazgo en el país al posicionarse como el estado líder en colocación de vivienda con 18,853 viviendas en el mes de agosto de 2020 (Flores, 2021).
De manera paralela a la llegada de estas buenas noticias, han arribado retos importantes respecto a la demanda de vivienda que comienzan a efervescer. Se prevé que los modelos de vivienda más demandados en el mundo se modifiquen con la llegada y desarrollo de la pandemia, en esto México no es la excepción.
En este sentido, prepondera la demanda de espacios habitacionales con áreas abiertas, además de desarrollos verticales y mixtos. De tal forma, se proyecta el ascenso especial de cuatro tendencias residenciales de acuerdo con la perspectiva de la AMPI (2020, pp. 10-11):
- Verticalidad
- Comunidades Planeadas
- Usos Mixtos
- Eco-tecnologías